domingo, 10 de octubre de 2010

Cementerio Alemán (9)



CEMENTERIO ALEMÁN

Ahora estamos mirando
las cruces y los nombres
de más de cien soldados alemanes
caídos por España
(a lo largo de España, quiero decir)
entre el 18 y el 45.
Nosotros
los miramos,
los tres vivos ahora,
ahora y todavía,
con el vigor de unos viajeros
medianamente jóvenes que acaban de comer,
pero más viejos ya que cualquier muerto
de los que aquí reposan.
Ellos,
caídos por España,
están juntos aquí, bajo cien cruces,
en una extraña formación
que fue imposible en tiempos de servicio,
y que ahora nos parece perversamente hermosa
y hermosamente triste,
así, alineados como un solo hombre,
como el cuerpo de un hombre
despedazado para apedazarse.

Ciento treinta soldados alemanes
sin la mutilación de la vejez,
muertos y juntos
desde siempre quizá como muñones
de una patria ilusoria
que aquí, lejos de casa, se ha formado
con jóvenes despojos.
Como un himno hecho solo de silencios.

Un poco más arriba los ampara
el recuerdo de un muerto más ilustre.
También las aliviadas parihuelas
en que viajó el emperador,
apedazadas y deshilachándose,
viven, sin peso ya, su propia ruina.
Y por fin entendemos
que no es la muerte lo que nos iguala
y que la carne
sigue viviendo porque se consume.

José María Micó (La sangre de los fósiles)


4 comentarios:

  1. ¡Qué gran poema! Muchas gracias por traerlo.

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  2. Nueva entrega que no desmerece en absoluto de las anteriores. Su discurso fluye, natural y preciso, en un ejercicio de reflexión claro y profundo en torno a vida y muerte, y al tránsito entre ambas.

    Excelente poeta, José María Micó.

    Un abrazo.

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  3. Mias la imagen y luego lees tan profundas y certeras palabras; no se puede decir y sentir mejor tan desolador espectáculo.
    Enhorabuena.
    Un abrazo.

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  4. Querida Mercedes, queridos Antonios:

    Vuestras amables palabras me animan a perseverar en este intento.
    Pero el mérito no es mío, sino de los poetas que tan amablemente han cedido sus poemas.

    La pena es que ya le voy viendo el fin.
    Quedan cuatro por publicar.

    Abrazos.

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