martes, 31 de mayo de 2011

Choque terrible



El lunes 19 de noviembre de 1906 el diario "ABC" de Madrid, da cuenta de un choque entre una carreta y tres tranvías cerca del Puente de Toledo.
El accidente no tuvo consecuencias fatales, debido principalmente a la poca velocidad que llevaban a pesar de encontrarse en una pendiente.


Anoche á primera hora circuló por Madrid la noticia de que había ocurrido un tremendo choque entre un carro y tres tranvías, cerca del puente de Toledo, resultando varias víctimas, y alguna de mucha gravedad.
Nos trasladamos al lugar del suceso, y, en parte confirmamos el rumor; pero no así, por fortuna, en lo que al número y la importancia de los heridos se refería.
Allí supimos que, próximamente á las ocho y media, subía por el paseo de los Ocho Hilos el carro núm. 3.423, cargado de sacos de yeso y arrastrado por cinco mulas.
Guiaba el vehículo, propiedad de Victoriano Catalán, el carretero Ginés Alarcón Sáez, de treinta y nueve años, domiciliado en la Ronda de Segovia, núm. 4.
Al pasar el carro frente á la Fábrica Metalúrgica, marchaba sobre los rieles del tranvía, y tuvo que separarse de ellos para dejar paso á un tranvía que avanzaba en la misma dirección y procedía de Carabanchel.
En ese momento, y cuando el carro cruzaba hacia el otro lado del paseo, bajaba en dirección contraria el tranvía núm. 147, que aun cuando advirtió la maniobra del carretero no pudo detener el coche á causa de la pendiente y del estado de los rieles, suavizados por gran cantidad de hojas de los árboles que el aire había acumulado sobre ellos.
El tranvía chocó violentamente contra la rueda izquierda del carro, que fue volcado y sufrió grandes desperfectos en los varales.
Por efecto del tremendo encontronazo se destrozó la plataforma delantera del coche eléctrico y se rompieron los cristales, resultando heridos el carretero y el guardia principal núm. 11, Pegerto Pin.
A los tres ó cuatro minutos se vió descender por la vía obstruída al tranvía núm. 337, que por las razones antes indicadas tampoco pudo detener su marcha y chocó con el coche anterior, destrozando también la plataforma y los cristales.
Mientras se avisaba á la puerta de Toledo para que suspendieran su circulación los eléctricos, bajó la cuesta otro nuevo tranvía, el número 342, que chocó contra los otros dos, causándose destrozos de menos importancia.
A pesar de estos tres accidentes consecutivos y peligrosos, sólo resultaron otros dos heridos leves; pues aun cuando algunos viajeros sufrieron contusiones, fueron tan insignificantes, que no les impidieron marchar á pie, sin casi darse cuenta de ellas.
El segundo jefe de la Comisaría de la Latina, Sr. Corpas, que llegó oportunamente, al enterarse de que los heridos eran leves, dispuso que fuera descargado el carro y separado del paseo, dejando la vía libre. Realizada dicha operación, los tranvías averiados pudieron ser trasladados a sus cocheras.
En la Casa del Socorro del Puente de Toledo fué asistido el guardia municipal, que resultó con una herida leve en la pierna derecha, y un cobrador, que tenía en la cabeza una herida por un trozo de cristal.
En la Casa de Socorro del distrito de la Latina le curaron al carretero una herida leve en una mano.
La mula de varas del carro resultó con heridas de consideración.
Además del indicado inspector, Sr. Corpas, acudieron al lugar del suceso la Guardia civil del puesto de las Peñuelas, el inspector de Policía urbana Sr. Ayala y varios agentes de Seguridad y guardias de Orden público.
Cuando se disponían á ir también el gobernador civil y el comisario general de policía, recibieron noticias de que el accidente no había revestido la importancia que se creyó primeramente.
Para responder de la responsabilidad que pudieran tener, fueron detenidos los conductores de los tres tranvías, Antonio Santos, José Murillo y Julián Navarro.



lunes, 30 de mayo de 2011

Muelas


Con este terrible sufrimiento a cuestas tengo la sensación de que mi cuerpo, todo mi ser, se ha reducido de golpe a la mínima expresión de una muela, de un terrible dolor de muelas.

Parece mentira que tan minúsculo elemento de nuestra anatomía pueda provocar semejante suplicio.

Con cada latido de la sangre, con cada átomo de aire inspirado, con cada roce inesperado de la lengua -que no hay manera de que se quede quieta-, ese insidioso y atroz sufrimiento se hace presente en todo su esplendor, se eleva a la enésima potencia en la escala del sufrimiento.

Y en esta tesitura, comprenderán ustedes que no me importara en absoluto que el mundo se desmoronase a mi alrededor si ello significara algún alivio a mi tormento.*

*Sus ojos se cerraron (Tango)

domingo, 29 de mayo de 2011

Zaragoza, mon amour


El pasado jueves estuve en Zaragoza, en la librería Los Portadores de Sueños (gracias, Eva y Félix, por vuestra cálida acogida), presentando El juego de la taba, libro hermano de este blog.
Fue uno de esos días que uno atesora en la memoria del recuerdo. Uno de ésos a los que recurrir como lenitivo para aliviar tantos otros en que la vida se ensaña en lo feo y nos sacude de lo lindo.

Antón Castro -a quien por fin pude conocer personalmente, sólo para corroborar con creces la extensión de su afecto, su acreditada bonhomía y generosidad para y con los demás- hizo una presentación para enmarcar: rigurosa y amena, tierna e irónica, ante la que no tengo más remedio que quitarme el sombrero con una reverencia, y manifestar con estas líneas mi deuda perpetua de gratitud hacia él.

No me dejarán por mentiroso otros amigos que también estuvieron por allí acompañándome, abrazándome: Fernando Sanmartín -cicerone ejemplar, amigo perfecto-, Olga Bernad con su resfriado a cuestas, José Luis Melero, bibliófilo y escritor, Julio José Ordovás, Antonio Pérez Lasheras -cuya espléndida edición sobre la obra poética de José Antonio Labordeta, Setenta y cinco veces uno (Poesía reunida 1945-2010), editada por Eclipsados, no me recato en calificar de esencial (tuvo el hermoso gesto de regalármela al final del acto), Emilio Pedro Gómez, Rodolfo Notivol -cuyo Autos de choque (Xordica) no dejaron de recomendarme encarecidamente-... amén de un puñado de oyentes a los que desde aquí agradezco su presencia, su paciencia y su atención.
Entre ellos, una futura estrella futbolística: Jorge Sanmartín, quien con alguna sonrisa también alumbró el encuentro.

Al acabar, durante las cervecitas y los vinos de rigor, tuve el placer de conocer también a Eva Puyó: Cristina Grande -acaba de publicar Tejidos y novedades, una recopilación de sus anteriores libros de cuentos con la incorporación de algunos inéditos- fue quien primero me habló de ella y de su Ropa tendida (también en Xordica), un delicioso libro que acabo de devorar con placer y asombro.

He vuelto a casa con la maleta llena de libros y nuevos afectos, los mejores pesos con los que nadie puede cargar.

Mi emoción y torpeza me hicieron olvidarme de que llevaba la cámara de fotos en la mochila; allí se quedó.

Olga Bernad tomó la que ilustra esta entrada con su móvil.

Sirva como testimonio de esa noche, para mí, mágica.

Gracias a todos, amigos.

sábado, 28 de mayo de 2011

2 poéticas más



Será la poesía la que explique el mundo alguna vez.
Si es que tiene explicación.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

En todo poema debería haber, a modo de pilar o viga maestra, al menos un verso que lo sustente.
Pero no todos los que se atreven a construirlo han acabado -algunos ni siquiera los hemos comenzado- los estudios de arquitectura.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Jugando a la taba en Zaragoza


Mañana, jueves 26, a las 20 h., en la Librería Los Portadores de Sueños, quedáis todos invitados a la presentación de El juego de la taba, editado por Calambur.

Sé que voy a estar muy bien acompañado, tanto por los que estén allí, como por los que no podrán estar y ya me han manifestado sus buenos deseos.

El presentador, de lujo: Antón Castro, quien se ha dejado enredar para compartir conmigo ese momento.
No puedo más que darle las gracias por su generosidad.

Y a todos los que de una forma u otra, siguen este blog hermano del libro.


martes, 24 de mayo de 2011

Columpio

A cada impulso hacia adelante y atrás, a cada balanceo feliz con las piernas al aire y el pelo revuelto, el mundo cambia a mejor en un instante para el niño.

Hasta que pone los pies en el suelo.

lunes, 23 de mayo de 2011

Monsieur Hulot


Hoy, podría jurarlo, he visto al gemelo de Monsieur Hulot -trasunto del gran Jacques Tati- paseando tan tranquilo por la calle principal de mi ciudad: pantalón con vuelta un palmo por encima de los tobillos, calcetines de rayas multicolores, gabardina gris claro, pajarita, pipa, sombrero, y paraguas bajo el brazo, aunque a veces lo utilizaba de bastón.

No podía creerlo, me parecía estar sufriendo una alucinación cinematográfica.

Apresuro el paso para llegar a su altura y postrarme de hinojos ante él para rendirle pleitesía, o como si esperase que me armara caballero delante de toda la corte en la plaza de armas del castillo para ganarme ¡al fin! los favores de mi dama, que me los niega, testaruda y caprichosa, por mi baja condición, por su alta alcurnia.

El paseante, estupefacto ante la escena bufa (imaginaos en su lugar: un tipo alto y desgarbado, al que no conoces de nada y con vaya usted a saber qué ocultas intenciones, y que se arrodilla de repente ante ti en actitud sumisa e implorante, induce cuando menos a la sospecha de que no anda muy allá de la mollera), ha tardado un poco en reaccionar. Pero en cuanto lo ha hecho, me ha esquivado con una elegante finta de cintura y un juego de pies dignos -y casi impropios de su edad- de un campeón de esgrima o de boxeo mientras me miraba de soslayo, tal si estuviese loco de remate.

Yo creo que ha estado a punto a atizarme un paraguazo y todo.

domingo, 22 de mayo de 2011

4 tiradas de taba


Gulliver
En un mundo de gigantes, el único modo de destacar en algo es empequeñecer.


Oído en una librería
“Deme usted un mapa normalito, que no tenga muchos pueblos”.


En medio
Entre adeptos y adversarios, entre dimes y diretes, entre unos y otros, casi no tengo tiempo para mí mismo.


El castigo a la soberbia
Tener la seguridad de que se es dueño de una certeza y no poder hacer nada con ella, no saber dónde, ni cómo, ni a quién aplicársela.

sábado, 21 de mayo de 2011

Dos sombreros de escritores



“Un poeta es quien se quita el sombrero ante un cerezo en flor”.
Tonino Guerra


“Yo me pongo y me quito el sombrero como me da la gana”.
Walt Whitman

viernes, 20 de mayo de 2011

Botánica oculta



Yo he visto el miedo en la piel de los naranjos,

la ira acumulada en el verde fúnebre del olivo,

la ponzoña en la flor de las adelfas,

el sueño loco de la amapola,

la muerte en la mandrágora y el beleño.

Imagen: raíz de mandrágora.

jueves, 19 de mayo de 2011

3 greguerías 3


Las antorchas son las cerillas de los gigantes. 


El bostezo es el discurso, desganado y torpe, de la pereza. 

Una elipse es un círculo con mala leche.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Nostalgia (armada) de Olga


Cercano ya el año y medio desde que este blog empezara su andadura, su cosecha de compinches, secuaces y visitantes no ha dejado de darme satisfacciones: entre comentarios de unos (no siempre coincidentes con la propuesta del día pero siempre respetuosos) y aportaciones de otros, el cruce de afectos entre su piloto y su pasaje no ha dejado tampoco de crecer.
Gracias a él, he podido establecer lazos y en algunos casos conocer personalmente a autores de los que hasta entonces no tenía la menor noticia: ni de su existencia ni de su talento.

Una de las mejores de esas alegrías que antes citaba se personifica -bellamente, a la vista está- en Olga Bernad. Desde nuestro primer contacto -creo recordar que a raíz de una entrada que dediqué a J. A. Labordeta con motivo de su fallecimiento y que ella comentó-, la presencia de Olga ha ido creciendo en mi vida: correos y libros cruzados, conversaciones y proyectos… hasta poder conocernos personalmente hace un par de meses.

Justo ese día, su editor, Javier Sánchez Menéndez, muñidor del encuentro y magnífico anfitrión en Sevilla, ponía en mis manos -recién sacado del horno- el último libro de Olga: Nostalgia armada, un precioso volumen, en fondo y forma, de la colección "Vela de Gavia" en la editorial La Isla de Siltolá, tan firme en su navegación.

Después de Caricias perplejas -como veis, Olga también sabe titular con gusto-, Nostalgia armada viene a reafirmar, si es que hubiera alguna duda, el talento poético de Olga: a mí se me antoja que esta zaragozana va a dar mucho que hablar de aquí en adelante.

Para que podáis comprobarlo personalmente, mañana jueves, a las 19,30 horas, Olga estará en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, de Zaragoza, presentando este último libro.


Y para abrir boca, dejo aquí uno de los poemas del libro, un poema que a mí me gusta especialmente.

Perros de noviembre

Será agosto y, en sueños,
vendrán ladrando perros de noviembre.
Y sueño que estoy sola
-sueño muy a menudo que estoy sola-
y el mes terrible en el que nuestro invierno
es más que una amenaza
(son los golpes por estrenar del frío)
el mes que odia mi sangre y mi silencio,
olerá desde lejos mi tristeza.
El mes más vil, el mes de los suicidas,
el que arranco de cuajo en los diarios.


No os perdáis esa presentación.

Y dadle un abrazo de mi parte.


martes, 17 de mayo de 2011

Burócrata


Para Mariano José de Larra, in memorian

No exagero ni un ápice si digo que mi vida dependía de aquel trámite: de no realizarlo en tiempo y forma me esperaban sin remedio la humillación, el desahucio, la ruina…
Con todos los papeles en regla y la fianza en el bolsillo, llegué a la oficina echando el resuello con la lengua fuera, el alma saliéndoseme por la punta de los zapatos, sudando como un cochino cuando ventea al matarife, con una mirada de loco pintada por la desesperación pensando que llegaba tarde.
Respiré aliviado cuando miré el reloj de la oficina: aún faltaba media hora para que cerraran la ventanilla.
-Huy, pues acaba de marcharse ahora mismo -me dijo bostezando el bedel de la planta cuando pregunté por él-; si se da usted prisa, igual lo pilla.
Lo alcancé casi de milagro en el descansillo, con un pie ya en el primer peldaño.
Le expuse mi inaplazable problema con toda la angustia de que fui capaz, le supliqué que me atendiera, sería sólo un momento, una firmita de nada, qué le cuesta, hombre, le dije casi con lágrimas en los ojos.
-Vuelva usted mañana -escupió displicente a mis súplicas mientras me daba la espalda y empezaba a bajar la escalera dejándome con la palabra en la boca.

-¿Mañana? Mañana vamos de entierro -le espeté, fuera de mí, al tiempo de darle el empujón.
La cabeza hacía un ruido sordo al chocar contra los escalones.

He oído que su sustituto es mucho más comprensivo y eficiente.

lunes, 16 de mayo de 2011

Cuesta abajo


Revoltoso.

Granujilla.

Gamberro.

Delincuente.

Reo.

domingo, 15 de mayo de 2011

Visita al ginecólogo


Ayer estuve en el ginecólogo. Aclaro, que ya os veo venir y no me va a gustar ni un pelo la bromita, que fui acompañando a mi mujer para una revisión periódica (esta expresión me suena siempre como a lo de pasar la ITV).
A ella le gusta que la acompañe a estas cosas. A mí, no tanto, la verdad: eso de que le metan mano a la madre de mis hijas en mi presencia y con mi tácita anuencia, como que no lo llevo muy bien que se diga. Y encima pagando, que ya es el colmo. Ya sé que es necesario, hasta ahí llego, pero no tiene porqué gustarme, estaría bueno. Uno disimula y aguanta, a ver qué va a hacer sin dar el espectáculo, pero de eso a llevarlo bien va un mundo. Yo desde luego, no pienso animarla a que haga lo propio cuando me toque a mí ir al urólogo (cruzo los dedos). Yo creo que estos tragos es mejor pasarlos en solitario, sufrirlos en silencio y en secreto, como un campeón. O como las almorranas.
Claro, que esto lo digo ahora que por ventura no tengo que ir todavía; cuando me llegue el momento, que llegará, lo sé, lo mismo le suplico de rodillas, atenazado por el miedo y con los ojos arrasados por las lágrimas, que se venga conmigo y no me deje solo en semejante trance. Bueno, ya veremos, tiempo al tiempo.

Con la música hubo suerte, lo que no siempre ocurre: el tío del hilo musical que sonaba en la sala de espera había programado para hoy (en caso de que esa música la programe alguien, que no lo sé) una sesión de swing muy agradable al oído. Los jazzmen sabían lo que se hacían. El que caso es que aquella música, aun estando sentado, invitaba a mover la pelvis con un ritmo suave, lo que a lo mejor, de alguna extraña manera que a los neófitos se nos escapa, facilita a posteriori el trabajo exploratorio del galeno. Yo no sé si estas cosas están sutilmente pensadas, como lo de los estantes en los supermercados para meterte por los ojos el producto que les interesa vender.

Luego está también lo de darte cita previa con un mes de antelación por lo menos; que digo yo que para qué te citan a una hora concreta si luego te hacen esperar lo que les viene en gana. Podían ahorrarse el paripé de la puntualidad. Porque tú llegas allí, das las buenas tardes, preguntas al personal con la secreta esperanza de que vayan después que tú en la consulta, y resulta que no, que siempre hay un grupito de pacientes citadas a la misma hora, a las que les han hecho idéntica jugarreta con el horario.
-Yo tengo cita a las cinco -dice una.
-Y yo también -salta otra, guerrrillera, defendiendo su turno casi con uñas y dientes.
-A mí me dijo la chica que me viniera a las cinco por si fallaba alguien -remata una tercera, algo más apocada que la anterior, pero también con un punto de belicosa.
O sea, que sabes cuando tienes que llegar pero no cuando vas a salir, que igual te tiras allí toda la tarde mano sobre mano. Con la de cosas que tienes hacer.

Mientras aguárdabamos nuestro turno, me entretuve fijándome en los cuadros que decoran las paredes de la sala de espera. Había dos grupos, enfrentados entre sí: uno, de acuarelas vagamente bucólicas; el otro, de coloridas y un tanto inquietantes fotos de animales. Sobre las acuarelas sólo voy a decir que el artista del pincelito no parecía estar pasando por su mejor momento cuando las perpetró. A lo mejor es que estaba en tratamiento de algo. Pero lo de los bichos clama al cielo; ¿qué hacen, voto a bríos, en la sala de espera de un ginecólogo, un primer plano a todo color de un águila, con ese pico feroz y amenazante, una viscosa salamandra sacando su también viscosa lengua y una mantis en su postura habitual, con esa hipócrita actitud entre orante y piadosa pero dispuesta a devorar al primer insecto incauto que atrape? Lo dejo aquí, que me conozco.

En contra de mi costumbre, y acaso por las prisas y el aturdimiento -a las cincode la tarde, esa hora tan taurina, yo estoy por lo común durmiendo la siesta como un bendito- no llevaba ningún libro encima. Así que para ver de distraer el tiempo de manera más provechosa -los cuadros, la verdad, no daban para más- y abstraerme de la tensa situación, eché mano de un folleto que había por allí encima de una mesa, y en el que me encuentro con lo siguiente:

Consejos del ginecólogo 


"Para la realización de ecografías ginecológicas (por vía vaginal) se recomienda vaciar la vejiga antes de entrar en la consulta." (Después no vale).
 

"Si la paciente acude por picor o escozor en la vulva o con molestias por flujo vaginal abundante o con mal olor, no debe lavarse los genitales externos ni realizar irrigaciones vaginales o ponerse óvulos antes de ser reconocida." (Como culpable, claro).

Menuda tardecita: entre unas cosas y otras, se me puso un cuerpo jotero.
Como pa mear y no echar gota.
Las cursivas son mías. No he podido resistirme.

sábado, 14 de mayo de 2011

Cólera, humildad, mentira


La cólera. Cuéntase del oso que va a las colmenas a robar la miel a las abejas y que, picado por éstas, deja la miel y busca el modo de vengarse. Queriendo vengarse de todas, no logra vengarse de ninguna. Lleno de rabia se arroja al suelo y, sacudiendo pies y manos, trata, pero en vano, de defenderse de sus atacantes.



Humildad. Es el cordero sumo ejemplo de humildad. Se somete a todos los otros animales. Cuando es arrojado a la jaula del león para servir a éste de alimento, se entrega a él como a la propia madre, y tan mansamente, que se ha visto muchas veces al león negarse a matarlo.



Mentira. El topo tiene ojos muy pequeños y habita constantemente bajo tierra. Vive mientras está oculto, pero muere apenas sale a la luz, porque no puede seguir ya mintiendo.

Bestiario de Leonardo Da Vinci

viernes, 13 de mayo de 2011

Narcisismo


Era tan narcisista que se plagiaba a sí mismo.


El amor propio es ese que nunca nos falla.
Y así y todo… cuidadito con él.


Te quiero, te quiero, te quiero, se repetía compulsivamente todos los días delante del espejo.

jueves, 12 de mayo de 2011

Dichos de Luder 2 (J. R. Ribeyro)



6 Le preguntan a Luder por qué no escribe novelas.
-Porque soy un corredor de distancias cortas. Si corro maratón me expongo a llegar al estadio cuando el público se haya ido.

7 -Me he enterado que tu nombre unido a ciertos sufijos quiere decir en alemán, borrico, ocioso, mequetrefe...
-No me extraña- dice Luder-. Siempre he creído en el carácter profético de los nombres.

8 Caminando con un amigo, Luder se ve reflejado en la vitrina de una tienda.
-Ya me fregué- dice, sobreparándose. Acabo de darme cuenta que no soy un hombre de hoy sino un letrado de ayer. Hasta en mi manera de caminar arrastro los escombros de mi educación literaria.

9 Sus amigos se sorprenden de encontrarlo a menudo releyendo los libros de Kafka.
-Es mi tarjador- dice Luder-. En él afilo la punta gastada de mi espíritu.

10 -Una cualidad que te envidiamos es haber logrado siempre evitar las discusiones- le dicen a Luder.
-No veo por qué. Entrar en una discusión es admitir por anticipado que tu contrincante puede tener la razón.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Abrazos y apretones

¿Qué manos infames no habrán estrechado esas otras que apretamos alegremente cuando nos presentan a alguien?

¿Qué espaldas con cuántos muertos a cuestas no habrán abarcado esos brazos que ahora ciñen y palmean la nuestra con un sospechoso entusiasmo?

Si lo supiéramos a ciencia cierta, lo más probable es que rechazáramos de firme, y por igual, tanto el abrazo como el apretón.

Da miedo pensarlo.

martes, 10 de mayo de 2011

Poeta


Para Ángel Campos Pámpano, in memorian. Hoy hubiera cumplido 54. 
Todo poeta que se precie debería llevar, como Machado en el abrigo a la hora de su muerte (“Estos días azules / y este sol de la infancia…”), un par de versos arrugados en los fondillos de la memoria.

lunes, 9 de mayo de 2011

Isla de Siltolá, nº 4


Con el exquisito gusto y cuidado a que ya nos tiene acostumbrados a sus lectores, y perteneciente al período de enero-abril, acaba de aparecer el nº 4 de Isla de Siltolá (Revista de Poesía).

Se anuncia un poema inédito de Juan Ramón Jiménez (con estudio y presentación del mismo a cargo de Rocío Fernández Berrocal, gran especialista en la obra del poeta de Moguer) amén de poemas y textos de María M. Bautista, Diego Ropero-Regidor, Jesús Hilario Tundidor, Javier Pérez Walias, José Luis Morante, Álvaro Valverde, Noemí Infantes, Pedro Sevilla, Jesús Cotta, Fernando López de Artieta, José Luis de la Cuesta, José María Moreno Carrascal, Juan Vico, Eduardo Moga, Rafael Juárez Ortiz y Luis Filipe Parrado (en traducción de Jesús Jiménez Domínguez).

En el apartado de Reseñas y comentarios encontraremos a Olga Bernad, Juan Antonio González Romano, Miguel Ángel Lama, Javier de Navascués, Juan Manuel Macías, Julio Ariza, Elena Almeda e Ildefonso Coca Mérida.


Un elenco ilustre y variado.

Ya podéis ir encargándolo porque es para no perdérselo.



domingo, 8 de mayo de 2011

Rojo


Rojo

en la flor de los hibiscos,
en la luz del ojo del tigre,
en la frialdad de los rubíes,
en la vergüenza del niño que se pone en ridículo,
en el temblor de las lucernas,
en el escombro de las demoliciones,
en la voz de las sopranos,
hasta en la sangre de los desposeídos.

sábado, 7 de mayo de 2011

Andenes


Los andenes de estación, solitarios por las noches, siempre tienen un aire de película de espías en blanco y negro.
Y no digamos ya si el tren, al entrar de madrugada, suelta unas nubes de vapor entre chirridos de frenazos.

viernes, 6 de mayo de 2011

Madurez


Según voy cumpliendo años (cada vez más deprisa, que parece mentira cómo pasa el tiempo), me voy despojando de adjetivos, de objetivos; la reducción a lo simple parece ser la meta de lo que escribo, de lo que soy.
Claro, que conseguirlo ya es harina de otro costal.


Acaso lo que llamamos madurez no sea más que esa edad en la que aprendes, y te resignas, a aceptarte como eres, mal que te pese.


Se llega a una edad en la que es mejor no tener trato con las promesas; porque justo en el momento en que las pronuncias para los demás o te las propones a ti mismo, da igual, se convierten como por arte de magia en armas de doble filo con las que es imposible no cortarse, en vacuos propósitos que sabes a ciencia cierta que no vas a ser capaz de cumplir.

jueves, 5 de mayo de 2011

Esperas


Me acuerdo de las numerosas esquinas que sostuvieron mi espalda en espera de citas que no se cumplieron.

Imagen: Bill Brandt

miércoles, 4 de mayo de 2011

Búho negro


Ninguna mirada más peligrosa que la del búho negro, que paraliza a sus víctimas y extrae de ellas la fuerza necesaria para la existencia. A lo largo de una noche, el ojo escrutador del búho se fija sobre su presa y no la suelta hasta que ésta, de puro exhausta y vacía, se convierte en un puñado de cenizas sobre la tierra. No se trata, sin embargo, del poder de una Gorgona: pues la única tarea de este búho es acostumbrar a su presa a la muerte, despojarla de todo instinto de lucha, procurar su vejez súbita y prematura. De este modo, confiado a sus poderes, el búho crece y engorda, hace sus cuentas con el alba y envejece con lentitud; y sucede que sus ojos se agotan, van encogiéndose, se inyectan de sangre como se inyectan de sangre los ojos de un anciano o de un enfermo. Hasta que un buen día deja de matar; pero cuanto la gente, después de mucho tiempo, llama sin dudarlo perdón o prudencia, no es más que la ceguera del anciano y su cansancio, como una segunda piel.

Jordi Doce

martes, 3 de mayo de 2011

Sábato


"El hombre es el animal más siniestro".

No recuerdo cuándo ni dónde leí esta frase de Sábato, pero podría haber sido escrita o dicha perfectamente alrededor de 1983, cuando a solicitud de Raúl Alfonsín, primer presidente de la República Argentina elegido democráticamente después de los años de horror de las asesinas juntas militares, presidió la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) y cuyo informe, NUNCA MÁS, donde se recogían y detallaban muchas de las atrocidades cometidas por los uniformados contra sus compatriotas, sirvió para enjuiciar a muchos de ellos.

Sábato falleció este pasado 30 de abril. Su legado es su escritura (El túnel, Informe sobre ciegos, Sobre héroes y tumbas, Tango; discusión y clave, Hombres y engranajes, Antes del fin...) y su pintura, a la que también dedicó gran parte de su existencia.
Pero también, y sobre todo, su postura moral y cívica, su defensa de la dignidad humana.

Me acuerdo de Ernesto Sábato bajando a los infiernos.

La imagen que ilustra esta entrada lleva en uno de mis cuadernos de notas más de veinte años.
Su postura abatida, pensativa, está, me parece, en consonancia con las frases tanto del principio como del final de la misma.
Nunca más (Informe Conadep)

lunes, 2 de mayo de 2011

Lechón


Lechón. En gastronomía, exquisitez resultante de asar en fuego de leña, aderezada con un chorrito de aceite, pizca de sal y alguna hierba aromática al gusto, una cría reciente, todavía sin destetar, de cochino marrano.
Tostadito por fuera y jugoso por dentro; ése es el punto.

Fig: Cama del gigante.

domingo, 1 de mayo de 2011

2 poéticas


Poética en haiku

Traduce el poeta

los oscuros silencios

de lo no dicho.





Poética robada a Lázaro Santana
 

“Escribo versos, no para cubrirme de gloria, sino para que la mierda que trepa no me cubra”.